LA NOSTALGIA NO SIEMPRE TIENE SABOR A SOLEDAD
No puedo describir tus sueños esta noche porque estas distante, porque estás escondida en esa antigua ciudad llamada Querétaro y enciendes esas velas que llaman a la ternura y que dibujan desde el silencio una hoja de papel con mi nombre tatuado entre líneas de fuego y deseo.
No puedo más que ver tu soledad escrita en aquellas paredes vestidas con honor para la ceremonia del tiempo y se que quieres abrazarme desde aquellos espacios donde una luna llora por el retorno de ese destino que se quebró tras la salida del último sol.
No puedo volar hasta donde estás porque sería cambiar el color de esa primavera que naufragó en aquella calle del centro donde siempre que llega el rocío descubres que se sonroja y no lo explicas, porque no puedes entender que un amor cuando muere despierta las ansias de una hoguera y es alli donde arrojamos o rescatamos las pasiones y justamente en ese momento que nos duele romper aquellas reglas que ahora no quiero nombrar por eso prefiero quedarme desde la distancia y dejar que la primavera naúfraga mantenga su desteñido color a soledad.
Enciendo el verso y te dibujo a traves del humo para entender aquella canción que no cantas pero que sale de tu alma como ese antiguo adagio que describe la pasión desde un beso sin labios, un beso condenado a la ternura de la separación y no puedes más que acostarte sobre tu desnudez y soñar con tu cuerpo acariciado desde esa realidad que no llega y comienzas a arrancar tus ropas porque estabas desnuda pero vestida y terminas entrando a ese río de aguas tiernas que te conduce al extasis y no sabes como escribir tu nombre con caricias porque aquella tarde escapaste detras de ese caballero y no le diste alcance, el humo de su huella era demasiado insipido y regresas hasta tu cuerpo, cara al rio en una zambullida que te devuelve esa misteriosa huella de deseos en tus manos y no puedes evitarlo, terminas rumbo a escribir tu nombre con caricias y te das cuenta que aprender a amar es la verdadera cara de la sabiduria y enciendes otra vela justo al medio del rio, sobre esa hoja inexistente que evita que el agua se apodere del fuego y no comprendes que al querer apagar tu silencio el fuego se debilita y no es tan imposible como pensabas ya que tus manos siguen dibujando las letras de nombre y estas extasiada.
Estas distante y se que estas intentando borrar de tu alma esa tristeza y no encuentras aquellas flores azules que necesitas para alejar ese olor a dolor invernal que siempre llega a ti cuando te ilusionas por el destello de un sonido que no conoces y nada puedo hacer para que descubras que la vida es un pedazo de historia en blanco y que somos nosotros los que debemos escribir con nuestros deseos y desilusiones las palabras que aparecerán en su cuerpo y que años después serán nuestra proxima vida en la reencarnación que nunca podemos creer y que siempre andamos añorando desde los rincones
Estas triste y sonries y el sol ilumina esas antiguas calles de Querétaro donde el amor nace después de cada tristeza y el destino, el mismo que escribimos en vidas pasadas retorna a nuestro cuerpo para seguir su camino entre adoquines, historias, besos y claxon que despiertan al sol de su modorra matinal.
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