El día de hoy el gobierno de Obama anunció a la prensa que los Estados Unidos suspenderá por seis meses la aplicación de la ley Helms-Burton contra el gobierno de la Isla, lo cual abre las puertas para un diálogo sincero, entre las dos comisiones que en estos momentos están reunidas en Nueva York.

Para recordar un poco sobre esta controversial ley podemos citar el siguiente trabajo publicado por el periódico electrónico “El Universal”:

La Ley para la libertad y la solidaridad democrática cubanas fue promulgada por el entonces presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, el 12 de marzo de 1996.

Conocido por los nombres de sus principales promotores, el senador por Carolina del Norte, Jesse Helms, y el representante por Illinois, Dan Burton, la legislación endurece las medidas en contra del régimen cubano.

El ordenamiento establece que cualquier compañía no estadounidense que tenga tratos con Cuba puede ser sometida a represalias legales, y que los dirigentes de la compañía pueden ver prohibida su entrada en Estados Unidos.

Esto significaba que compañías internacionales debían elegir entre tener relaciones comerciales con Cuba o con Estados Unidos, que son un mercado muchísimo mayor.

La polémica ley exige al presidente de Estados Unidos que "al prestar asistencia económica a Rusia y a las democracias euroasiáticas emergentes, el Presidente tome en cuenta las medidas que éstas adoptan para "poner fin al régimen comunista de Cuba, incluida la retirada de tropas, el cierre de instalaciones militares y la cesación de los subsidios comerciales y de la asistencia económica, nuclear y de otra índole".

Además, acusa al gobierno cubano, encabezado entonces por Fidel Castro, de amenazar la paz y la seguridad internacionales "al enfrascarse en actos de subversión armada y terrorismo tales como el entrenamiento y suministro de grupos dedicados a la violencia internacional".

La realidad es que esta controversial ley jamás debió ser aprobada ya que impone al gobierno de los Estados Unidos una obligación de su ley fuera del territorio estadounidense, lo cual es una violación clara de las leyes internacionales y de los derechos que tienen los pueblos a no permitir injerencias de otros gobiernos.

La ley, a mi juicio, es una reverenda chapucería ya que el gobierno de la Isla la ha estado utilizando como pretexto para cubrir sus incapacidades económicas.

Los Castro han manejado el bloqueo por años para justificar su política de control social sobre la población. Esta política se refiere al racionamiento de los alimentos para controlar a los individuos, ya que al estar pendientes de las necesidades básicas diarias los cubanos no tienen tiempo para pensar en la sociedad.

El presidente Clinton estuvo a punto de no firmar esta controversial ley pero fue seducido por las provocaciones de la Isla para hacerlo, ya que en 1996, la Isla derribó dos avionetas de matricula norteamericana en espacio aéreo internacional. Es cierto que estas avionetas habían penetrado en territorio nacional cubano, violando las leyes internacionales para el tráfico aéreo, pero lo real es que estas mismas avionetas habían realizado estas incursiones en repetidas ocasiones sin que los Castro tomaran la cobarde decisión de ametrallarlas con naves de combate. Lo hicieron para obligar al presidente Clinton a firmar esta ley que tanto beneficio político le traería a los Castro.

El presidente Obama acaba de anunciar que esta ley será suspendida por seis meses, veremos si en los próximos meses el gobierno cubano tomará acciones provocativas para que el presidente Obama vuelva a instaurar esta ley y así los Castro podrán seguir manipulando a la opinión pública nacional e internacional.

Es nuestro sentir pedirle al gobierno del presidente Obama que de una vez y por todas levante las sanciones económicas contra la Isla, ya que lejos de perjudicar y desestabilizar la tiranía, la fortalece. Soy de la opinión que una vez que la tiranía no tenga un pretexto para escudarse tendrán que tomar medidas muy serias y reales para favorecer la economía interna si no quieren que el pueblo, cansado de tantas desgracias y malos manejos, salga a las calles a luchar por sus derechos. Esa si sería una medida de presión real contra esa tiranía que por más de 50 años ha gobernado la Isla de Cuba.

Estamos esperanzados de que el presidente Obama no se deje manipular por los hermanos Castro y que no ceda en su empeño por mejorar las relaciones entre ambos países. Que Estados Unidos debe ceder en su política, es cierto y de hecho lo está haciendo, pero también debe velar porque la tiranía cumpla a cabalidad con los acuerdos que están por firmarse, que no permitan los chantajes políticos a los cuales los hermanos Castro están habituados, que sea firme y no se deje manipular, esa es la opinión de la mayoría de los cubanos. Mientras tanto estaremos pendientes para ver cómo se desarrollan los acontecimientos.