UN MINISTRO DE CULTURA "CURTO Y APREPARAO"
Yo me había hecho la promesa de no volver a escribir sobre el concierto de Juanes en la Habana y aunque no lo haré de manera directa si se reflejará en este post algunos comentarios referentes a ese concierto, lo cual me molesta bastante retomar ese tema.
Quiero hablar sobre las declaraciones de este señor, cuyo nombre es Abel Prieto y que funge como ministro de cultura en la tiranía de los Castro. Yo no recuerdo algún otro ministro de cultura de cualquier país que al emplear una frase generalizadora abarcara tanto desconocimiento histórico de un término tan categórico. Sin lugar a dudas ese término es "una comunidad fascista"
Que yo sepa señor ministro el fascismo se extinguió a finales de los años cuarenta con la derrota del Tercer Imperio Alemán y los grupos neonazis que han surgido desde los años ochenta nada tienen que ver con la comunidad cubana a la que usted, en una falta total de conocimiento histórico, alude en su entrevista de ayer.
Este ministro bueno para nada porque la cultura de la Isla radica en el poder de sus pintores, escritores, musicos y demás artistas y no en las "enseñanzas políticas de una revolución" se refiere como fascistas a los grupos del exilio que se oponen a que Juanes ofrezca su concierto de paz en La Habana pero que, por su gran "curtura" generaliza para todos los cubanos que viven en el exilio y también nos califica de intolerantes, carentes de cultura y carentes del más mínimo respeto por el pensamiento de los demás y por restarle libertades a otras personas que quieren asistir a este lindo concierto por la paz en la Plaza de la Revolución.
Para cerrar su entrevista dijo que los exiliados cubanos somos: "el rostro más impresentable de la intolerancia, que está en liquidación. Son los últimos estertores de una maquinaria vergonzosa"
Yo me había prometido no meter más las narices en este asunto del concierto de Juanes y lo voy a cumplir pero debo aclararle al señor ministro que juzgar a toda una comunidad de exiliados con la misma cortada de tijera es un error muy lamentable, porque fuera de Cuba vivimos más de 4 millones de cubanos y por suerte para nuestra comunidad existe la diversidad de tendencias políticas y por supuesto, como en todas las comunidades del mundo, existen los grupos más extremistas. No porque un grupo de árabes sean extremistas y comentan actos terroristas abominables debemos de categorizar a esta cultura como terroristas. Como decía el exilio cubano es eterogéneo y existen tendencias políticas diversas pero ninguna de ellas toma al fascismo como emblema para luchar contra la tiranía de los Castro.
Hablar del concierto de Juanes en La Habana como un proyecto hermoso usted sabe que es una falta de respeto total, por ello la tiranía se empeña en mostrarlo de esa manera a los ojos de la prensa mundial y en especial a los cubanos que viven en la Isla que en su mayoría, no tienen acceso a más información que la que ustedes proporcionan lo cual me hace recordar al imperio alemán con su nazismo cruel.
Yo no puedo juzgar a un grupo de personas que compra discos y luego los rompe en la vía pública. Yo no lo haría. Mi conciencia me dicta que ese tipo de acciones está fuera de mi visión política de la realidad pero no por ello les puedo prohibir que lo hagan. Ellos como grupo radical del exilio tienen el derecho y la libertad de expresar sus ideas de esa manera y nadie puede prohibir esos actos porque vivimos en un país democrático donde la propiedad privada puede ser manipulada a su antojo por sus dueños, contrario a lo que ocurre en la Cuba Actual.
Yo le reto a usted que nos acusa de intolerantes a permitir el concierto que solicitó Willy Chirino en una carta al tirano Raúl Castro, donde el músico cubano pedía permiso para dar un concierto por la libertad y la democracia en la Isla y de la cual no se ha tenido respuesta. Qué pasó señor ministro, por qué se permite un concierto de un músico extranjero y pagado con millones de dólares del pueblo cubano y no se permite un concierto de un cubano que incluso prometió correr con todos los gastos para que la tiranía no gastara los pocos recursos que destina a la mala alimetación del pueblo cubano. Ese tipo de acto me recuerda el gesto de Hitler en las olimpiadas del 36 cuando se negó a darle una medalla de oro a un negro norteamericano y si la colocó en el cuello de otros atletas blncos.
No señor ministro las cosas no son en blanco y negro como usted le dijo a la prensa hace dos días. No nos puede acusar de intolerantes cuando usted sabe que la tiranía Castrista ha sido por 50 años intolerante a cualquier símbolo o palabra que represente la libertad, los derechos humanos, la democracia. No señor ministro, me parece que usted tiene la cultura necesaria para reconocer que en Cuba la libertad editorial siempre ha sido un privilegio para un pequeño grupo de dinosaurios y algún que otro joven valor y si hablamos de intolerancia contra ese cantante colombiano porque va a ir a cantar a Cuba en nombre de una paz que no existe le dire que me importa un bledo que ese señor cante donde quiera, que lo que si me molesta es que hable de paz en un país que es una prisión permanente para todos los ciudadanos. La historia se encargara de juzgar su acción y la suya y la de todos nosotros.
Para concluir, señor ministro, me da la impresión de que usted desconoce la realidad de este lado del mundo porque la tiranía se empeña en querer dar un concierto de paz cuando fueron invasores de Angola, Etiopía, Nicaragua y apoyaron sangrientas guerras como la Salvadoreña y apoyan aun la de Colombia, pero eso para usted señor ministro tiene otro nombre y otro significado lo cual demuestra que la verdad no es absoluta, que la verdad es relativa y lo que puede ser bueno y noble para usted puede ser aberrante y humillante para otros, tómese la dignidad de callar cuando no se tienen bases para criticar y aprenda esta lección: todos los cubanos que compartimos el exilio somos diferentes y cada uno de nosotros tiene una opinión válida la cual debe ser respetada, recuerde que vivimos en libertad no en cautiverio como usted y 11 millones de nuestros hermanos, asi la próxima vez que hable sobre nosotros los exiliados dirijase con respeto y estudie un poco para que no vuelva a ser catalogado como un ministro "curto y apreparao"
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