Pensaba escribir todo un largo post dedicado a esta heroica protesta del pueblo cubano pero luego de hacer un pequeño recorrido por los blogs que habitualmente visito me he percatado que casi todos tienen un comentario muy similar sobre el tema. Por ello he querido aprovechar este post conmemorativo para hablar no del maleconazo sino sobre el verdadero culpable de que ocurriera este hecho.
La historia de los pueblos se va escribiendo en la medida que transcurren los hechos y el tiempo y a pesar de que esa historia es escrita por los vencedores la verdad se va abriendo paso y nos descubre el verdadero rostro de aquellos farsantes que intentan ponerse por encima de ella.
Con mucho dolor veo como cada día todo ese gran esfuerzo que hicieron nuestros antepasados en aras de que tuviesemos libertad se pierde por la obstinada cabeza de un tirano que, pese a ser un tipo odiado por todos, sigue su inexorable camino de poder sin importarle que todo un país pueda desaparecer por causas del hambre o que, pueda surgir otra guerra civil con la consabida perdida de vidas humanas.
Yo recuerdo que por aquellos años vi en la televisión una entrevista que le hicieron al dictador Fidel Castro y donde el dijo por primera vez que si el veia que el pueblo cubano le retiraba su apoyo el renunciaría, despues lo dijo en un par de ocasiones pero jamás ha cumplido esta promesa ni muchas otras que ha realizado a lo largo de su vida.
Esta manifestación marcó un hito en la historia de Cuba porque muchos pasaron desde 1959 hasta 1994 donde cada día se inculcaba por la prensa estatal que la revolución cubana jamás reprimiría a su pueblo, que sus soldados, hijos de ese pueblo jamás levantarían su odio contra los trabajadores y ese día ese mito se ropió para siempre, porque esa manifestación se hizo pública y el mundo entero pudo conocer la entereza de un pueblo que sin armas se enfrentó a las fuerzas represivas de la dictadura.
No fue la primera manifestación del pueblo cubano, hubieron otras que le antecedieron, como la de Regla o la de Cojímar en el 1991 donde un grupo de guardafronteras masacró una lancha que intentaba sacar a sus familiares de la Isla y estos soldados no miraron que los que estaban en la lancha eran personas desarmadas, que habían niños, mujeres y dispararon dejando varios muertos y heridos y todo el valeroso pueblo de Cojímar se enfrentó a mas de 11 camiones llenos de soldados y policías por horas, hasta que algún alto militar dio la orden de disparar contra la manifestación y lograrón controlar el lugar, el cual fue limpiado minuciosamente por tres días para evitar que la prensa extranjera pudiera grabar toda esa escena llena de casquillos de ametralladoras y la sangre de los inocentes.
No bastándoles con haber disparado en contra de su pueblo estos policías se ensañaron en los días subsiguientes contra la juventud de Cojímar la cual fue apresada en su gran mayoría.
Yo recuerdo esa manifestación de manera muy clara porque por esa época me encontraba viviendo en el Claro de Luna de Cojímar y justamente todos los acontecimientos ocurrieron frente a mi casa. También recuerdo a uno de aquellos dirigentes que en aquella época era el presidente de los comites de defensa de la revolución y que como vecino de Cojímar también estaba ese día entre los manifestantes y lo recuerdo interceder con valentía contra uno de los policías que estaba golpeando a un joven y este señor impidió que continuara haciéndolo. Esta actitud le vale un recuerdo de mi parte, aunque después nada dijo, y su memoria fue la que quedó con esta acción.
Yo sé que jamás ha intentado hacer nada en contra de quienes violaron la ley, incluso hoy día puede desde su cargo actual de presidente del Poder Popular de Ciudad de la Habana intentar llevar a la cárcel a esos guardias de las tropas de Guardafronteras que cometieron ese vil asesinato. Yo le digo, señor Juan Contino usted fue testigo de esa masacre, yo soy testigo de esa masacre, usted tiene el poder de hacer que la justicia sea impuesta, yo viajo a Cuba y declaro si usted logra que este juicio sea llevado a cabo, no siga ensuciando el nombre de la libertad por el miedo a perder sus prerrogativas.
Los dejo en compañía de este video para que puedan observar una pequeña parte de lo que ocurrió en el malecón de la Habana. Las imágenes son muy claras, no necesitan ser comentadas y la historia será la encargada de demostrar que todo un pueblo no puede ser oprimido por el capricho de un dictador. Sirva este post de homenaje para todos aquellos valientes que levantaron la voz ese día a favor de la libertad y la democracia.
