UNA ASPIRINA NO CURA AL CÁNCER

La desesperación económica está ahogando el 50% de los hogares cubanos (si me creo el casi chiste del periodista de la BBC) pero como soy cubano, y a mucha honra, digo que los problemas económicos están golpeando al 65% por ciento de la población cubana de manera directa y del 15% de manera indirecta.

Como se traduce esto: El 65% de la población cubana recibe menos de 100 dólares de sus familiares en el extranjero o de sus empleos por cuenta propia (legales o no) o no recibe nada al mes, lo que indica el bajo o prácticamente nulo poder adquisitivos de este importante sector de la población cubana, la cual debe hacer de todo para “pulirla y que brille” y poder tener aunque sea un plato de comida “digno” una vez al día en su mesa.

El 15% al que me refiero son los que reciben hasta 300 dólares al mes de parte de sus familiares o los reciben por concepto de trabajo a empresas y firmas extranjeras, los cuales, como se puede imaginar, tienen un poco más desahogada su billetera y pueden darse algunos pequeños lujos.

El restante 20% de la población agrupa a un variado grupo poblacional: hablamos de expendedores de drogas, jineteras (muy pocas), chulos (algunos), bizneros (no son tantos), algún que otro trabajador por cuenta propia, algún “maceta” tapiñado y por supuesto: la alta cúpula gubernamental. Los ingresos de este grupo son difíciles de calcular, pueden estar entre los 500 dólares y algunos miles al mes.

Gracias a este desbalance social el mercado económico de la Isla está presentando serios aprietos al no contar con liquidez suficiente para mantener el aparato estatal, el cual absorbe el 97.4% de toda la economía del País, lo que está llevando a toda la sociedad al borde de la quiebra, al desabasto y la baja productividad, lo que empeora aún más el panorama social de Cuba.

El gobierno acaba de hacer público el día de hoy una pequeña reforma al ya añejo y obsoleto Régimen Laboral permitiendo algo como el pluriempleo. Este término no es nuevo en el ambiente laboral cubano, en los años 80 se permitió y luego fue suprimido.

Esta reforma fue, hasta cierto punto, muy popular y efectiva en los años ochenta y permitió a muchos hogares cubanos el aumento de sus entradas económicas. Lo que ocurre es que no estamos en los años ochenta cuando no existía un mercado paralelo en divisas que copaba la mayoría de los productos básicos más necesarios y el mercado paralelo estatal y privado (agros campesinos) tenían leyes más efectivas que controlaban sus precios y tampoco existía el desabasto que existe en la actualidad en las bodegas (tiendas de abarrote) lo cual convierte esta medida, que fue aprobada hace dos días y publicada el día de hoy en Granma, en una aspirina para curar el cáncer.

Para que mejore el sistema económico cubano y de esta manera se alivie la situación financiera de los hogares cubanos es necesario que el gobierno adopte medidas más reales al contexto nacional actual, que dejen a un lado esos viejos tabúes del socialismo donde la propiedad privada no tiene cabida y sobre todo el tan careado sistema de igualdad. Para probarlo solo hay que echarle un vistazo a los más de 90 años de sistema socialista de gobierno y comprobar que no ha existido un solo segundo donde estas dos teorías hayan funcionado de manera correcta.

La revolución cubana deberá tomar medidas drásticas, como ya hemos venido diciendo, sino quiere que todo el país caiga en el colapso total. La economía de un país no se ve solo por las exportaciones, se ve en la economía interna y si la misma está en manos del estado, podemos asegurar, por experiencia de años que no funcionará como debe ser y que mejor que explicarlo con ese sabio refrán de nuestros abuelos “el ojo del amo engorda el caballo”, aunque para ser exactos tampoco marcha por buen camino las exportaciones.

Un ejemplo de lo anterior lo podemos ver en la zafra azucarera de este año donde un poco más de 100 centrales azucareros produjeron poco menos de 2 millones de toneladas métricas. Si comparamos esta producción contra los casi 4 millones que produjo el Estado de la Florida con 8 centrales azucareros podemos llegar a la conclusión de tenemos razón en pedirle al gobierno cubano que promulgue una verdadera reforma económica para el país.

No se trata de política, de libertades, tampoco se trata de derechos humanos, sino de la vida de todos los cubanos, porque es sabido por todos que los Castro prefieren ver morir hasta el último cubano antes que dejar el poder, por ello les pido que hagan esta reforma económica.